El mundo cambia demasiado rápido y los conceptos también. Hace unos años, hablar de desarrollo y gestión hotelera sostenible era hablar de sensibilidad ambiental, de crear proyectos de hotelería respetuosos con el entorno natural y planificados desde la eficiencia. Hoy por hoy cualquier empresa del sector sabe que la sostenibilidad es una realidad 360º. Una aproximación que implica, por supuesto, el respeto al medioambiente pero que también abarca la perspectiva económica, social y humana desde un enfoque mucho más amplio y holístico.
Como empresa de consultoría hotelera, desarrollo urbano y conceptualización de destinos residenciales y turísticos, en Arum Group conocemos los profundos cambios que se han producido en el sector del alojamiento en los últimos años e, incluso, nos anticipamos ya a los que están a punto de suceder de la mano de un momento histórico que -acelerado por los efectos de las medidas frente a la pandemia de la Covid-19- nos arroja un cambio de paradigma que ha venido para quedarse entre nosotros. En este post reflexionamos sobre algunas de las cuestiones que hay que tener en cuenta para planificar, ejecutar y gestionar un nuevo concepto hotelero con un futuro garantizado.
1 – Integración con el destino
2 – Construcción de hoteles en partnership
3 – La renovación de hotel como oportunidad
4 – Creatividad en el mix de producto hotelero
5 – Elección del operador hotelero perfecto
6 – Marketing hotelero del siglo XXI
7 – Una oferta de ocio integrada
Integración con el destino
En estos años conceptualizando destinos residenciales y turísticos hemos aprendido que las personas que viajan buscan mucho más que un lugar en el que pernoctar. Ya sea movidos por la necesidad de confort, descanso y ocio o por gestiones profesionales, los clientes de un hotel aspiran a una experiencia completa que satisfaga sus necesidades de manera integral y sea coherente con el concepto en el que se insertan.
Así las cosas, si alguien busca un lugar de evasión, esperará de él una oferta de bienestar, gastronomía y deporte acorde con el carácter del sitio que haya elegido -desde el resort de nieve y montaña al situado en una paradisíaca isla de temperaturas templadas-. Si, por el contrario, elegimos un destino urbano vinculado a un desplazamiento por trabajo, exigiremos también determinadas claves de confort -desde un spa a unas instalaciones deportivas- pero organizadas de manera que se integren en nuestra jornada sin menoscabo de nuestra productividad.
Una consultora hotelera experta sabe diseñar propuestas que integran a la perfección los conceptos hoteleros con los destinos de los que forman parte e, incluso, es capaz de idear productos acordes con las nuevas necesidades del mercado. De esta manera, los hoteles bien conceptualizados contribuyen a apuntalar el destino desde un punto de vista económico y social, integrándose en la economía local y garantizando la empleabilidad a largo plazo.
Construcción de hoteles en partnership
Desde la conceptualización arquitectónica de un hotel a su inauguración, la gestión de la construcción hotelera implica una serie de procesos y profesionales que han de caminar en perfecta armonía para salvar las particulares claves burocráticas y administrativas de este tipo de proyectos y cumplir así con los plazos y compromisos fijados. Todo proyecto de empresa de un hotel debe partir de un business plan marco que anime la decisión de inversores y personas implicadas. Una vez superada la fase de planificación inicial y cuando estén garantizados los fondos financieros, se ha de emprender el trabajo con los mejores profesionales en el diseño hotelero, la arquitectura y el interiorismo para dar forma a un establecimiento capaz de defender en el tiempo un concepto único y diferenciado. En este sentido, puede trabajarse un hotel con concepto individual o elegir vincular el establecimiento con una marca operadora que imprima el carácter del espacio desde el inicio.
El enfoque sostenible en la construcción de hoteles supone, además, integrar la perspectiva del respeto medioambiental mediante conceptos integrados con la naturaleza y apoyados en la innovación tecnológica y constructiva para una mayor optimización de recursos. Desde la conceptualización arquitectónica, es importante contar con una visión que integre las fortalezas del entorno y las potencie. Así, desde Arum hemos liderado, por ejemplo, proyectos hoteleros perfectamente integrados en la naturaleza o comunidades residenciales con un acento muy fuerte en la arquitectura contemporánea y el paisaje.
La renovación de hotel como oportunidad
En hoteles ya existentes, los continuos cambios en el sector han traído consigo el paradigma de la renovación incesante. Los grandes operadores hoteleros saben de la importancia de marcar un ritmo de adaptaciones que hagan posible que un hotel esté siempre a la vanguardia.
No obstante, la realidad de muchas empresas del sector -sobre todo aquellas que operan de manera independiente- es que las renovaciones y reformas terminan llegando cuando el establecimiento se enfrenta ya a un problema de viabilidad económica por no haberse sabido adaptar a las tendencias. En estos casos y una vez se haya garantizado el flujo económico, es deseable contar con profesionales y/o consultores que aprovechen el escenario crítico para proponer una transformación total.
Así las cosas, la reforma de un hotel puede limitarse a ser parcial o acometer un cambio de perspectiva y concepto. En este escenario, si han de plantearse reformas estructurales es el momento de trabajar con expertos en proyectos de ahorro de energía en hoteles que contribuyan a un uso optimizado de recursos a largo plazo. En paralelo, es deseable encarar una revisión del branding y la imagen de marca del hotel que luego sirva de base para elegir más tarde a especialistas en la decoración de interiores de hoteles.
Esta última perspectiva, la de la reforma y transformación de proyectos, es hoy por hoy un importante epígrafe dentro del negocio de la gestión de activos hoteleros. Importantes inversores -vinculados o no a operadores hoteleros- se mantienen en continua búsqueda de oportunidades de negocio con las que transformar un concepto hotelero agotado en un proyecto viable.
Creatividad en el mix de producto hotelero
Los últimos años han significado una importantísima transformación en lo que al producto hotelero se refiere. La irrupción de fórmulas de alquiler vacacional y la eclosión de las líneas aéreas de bajo coste multiplicaron el número de viajeros y trasladaron el protagonismo de los hoteles como espacios únicos para la pernoctación fuera de casa hacia las viviendas. Después de unos primeros años de adaptación, ambos entornos, el alquiler por un lado y la hotelería por otro, se han visto transformados.
Los primeros han debido adaptase a una mayor profesionalización al recibir a clientes que, cada vez más, buscan servicios exclusivos. Los segundos han debido replantearse también sus operaciones para dar forma a una oferta más cuidada, más personalizada y, en algunos casos, incluir productos híbridos que tomen las ventajas del alquiler de viviendas turísticas para mejorarlos con la filosofía de un hotel.
La proliferación de apartamentos con servicios o de oferta residencial de uso mixto buy-to-let ya no es vista como una amenaza por los operadores hoteleros sino al contrario, puede ser entendida como una oportunidad de negocio pues un cliente fidelizado puede hacer uso de un producto en un determinado momento de su vida y cambiarlo por otro si su situación lo requiere –si pasa de unas vacaciones en pareja a unas vacaciones en familia- sin dejar de lado su vinculación con la marca hotelera o, por ejemplo, con el resort donde se establezcan los locales. El desarrollo de branded residences, por ejemplo, son una muestra de la creatividad al servicio de una mezcla de productos hoteleros capaz de responder a todo tipo de consumidores gracias a estrategias de desarrollo de concepto hotelero más creativas y audaces.
El mercado de los viajeros de negocios sigue siendo fuerte, incluso si el servicio de desarrollo hotelero también ha tenido que adaptarse aquí. Este enfoque mixto, por ejemplo, ha recibido un fuerte impulso en los últimos meses al hilo de la pandemia del coronavirus que ha hecho proliferar a clientes que buscan espacios más seguros y privados para pasar sus vacaciones o hacer teletrabajo sin renunciar a los servicios de un hotel.
Elección del operador hotelero perfecto
La búsqueda del operador hotelero adecuado puede ser la clave última del éxito de un proyecto de gestión hotelera. El contrato con el operador hotelero deberá contemplar la gestión integral de los servicios de alojamiento y también, en ocasiones, explotación de otros servicios que puedan situarse en sus instalaciones como spas, restaurantes o tiendas. El conocimiento profundo de las empresas de referencia ayudará a elegir cuál es el partner más adecuado de acuerdo con el carácter del proyecto entre el sinfín de posibilidades que existen, asegurando así que la elección tiene en cuenta las potencialidades del destino y su crecimiento a medio plazo.
En este sentido, una firma consultora hotelera como Arum Group conoce a fondo a los principales agentes del sector y sabe qué debilidades y fortalezas acompañan a cada propuesta a la hora de integrarlas en un proyecto concreto. Desde grupos vinculados con la exclusividad a firmas especializadas en hoteles para profesionales, existe un amplio catálogo de posibles partners con los que asociarse por lo que es fundamental conocer a fondo el business plan de un proyecto para adaptase a la perfección a sus requerimientos.
Marketing hotelero del siglo XXI
La viabilidad de un concepto hotelero pasa por asegurar sus ventas a largo plazo. Esto, en un contexto de alta competencia fuertemente transformado de la mano de las nuevas tendencias de alquiler turístico, pasa por crear un producto potente y coherente para atraer a los visitantes y lograr su satisfacción. En este sentido, una gestión hotelera sostenible debe integrar las nuevas técnicas del marketing y la comunicación a los proyectos.
En pleno siglo XXI, la promoción y publicidad de un hotel no debe dejarse en manos de los intermediarios (desde agencias de viaje a motores de reserva en internet) sino liderarse desde dentro con un enfoque blended que aúne lo mejor del offline y el online. Eventos, acciones de relaciones públicas o responsabilidad social corporativa han de mezclarse junto con perspectivas innovadoras como el Inbound Marketing, capaces de encontrar al cliente perfecto de nuestros servicios allá donde se encuentre para hacerle llegar una oferta adecuada al momento en el que está.
Una oferta de ocio integrada
Finalmente, es evidente que uno de los motores que explican el éxito de cualquier proyecto hotelero es su vinculación con destinos donde disfrutar de una oferta de ocio interesante capaz de atraer a los visitantes. Pero, ¿es posible que el propio hotel contribuya a consolidar esa oferta? La cercanía a instalaciones y equipamientos deportivos de primer nivel como campos de golf o fútbol, canchas de tenis o estaciones de esquí definen sin duda la fórmula de éxito de un concepto hotelero.
Vinculados directamente con el operador o no, este tipo de servicios atraen por sí solos a los visitantes temporales y pueden verse reforzados por el atractivo de otros equipamientos como las tiendas, los spas o los restaurantes. Vincular un proyecto hotelero con innovadores conceptos como el Wellness o el Smart Aging, o con la presencia de un establecimiento estrella Michelin ha traído consigo importantes resultados a proyectos liderados por Arum Group.
De hecho, en Arum Group consideramos que la gestión de la estrategia de alimentación y bebidas hotelera es parte de su concepto estratégico. Como tal, debe contemplar un amplio abanico de opciones en consonancia con los clientes tipo, desde restaurantes de altísimo nivel a locales para familias o conceptos vinculados a las instalaciones deportivas con las que se cuenta.
Porque la gestión hotelera requiere la presencia de equipos profesionales experimentados y creativos, en Arum Group nos enorgullecemos de haber dado forma a proyectos de hotelería sostenibles y perfectamente integrados a su entorno. Una perspectiva que nos anima a seguir aprendiendo y trabajando cada día en un sector que nos apasiona.