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Panorámica del golf en España: las administraciones como motor de la industria

Dos décadas de experiencia trabajando con algunos de los partners más importantes del sector, dan al equipo de Arum la posibilidad de realizar una panorámica del golf en España en la que se ponen sobre la mesa cuáles son los principales incentivadores de la industria en nuestro país y sus principales retos de futuro. Convertido en todo un motor económico con 12.769 millones de euros de facturación y más de 121 mil puestos de trabajo en España según datos del informe del Instituto de Empresa y la Asociación Española de Campos de golf, en los últimos tiempos, las administraciones públicas han comenzado a afianzar y ampliar más si cabe su compromiso con un deporte que, sin duda, necesita de la confianza de los poderes públicos para poder alcanzar todas sus posibilidades.

Para Luis Nigorra, presidente de la Asociación Española de Campos de Golf (AECG), el papel de la administración pública en España es destacado, sin duda, pero aún tiene mucho por crecer ya que no siempre se tiene en el horizonte el potencial de la industria. «Falta más apoyo para entender mejor cómo funciona el sector del golf y que, por tanto, eso se traduzca en una mejor legislación fiscal, de fitosanitarios y, en algunos casos, urbanística». En nuestro país, en su opinión, muchas administraciones no han terminado de dar el paso de pensar en el golf, también, como un producto turístico y no solo como un deporte.  Entre las particularidades a salvar está el hecho de que el golf no esté en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) como sector turístico, lo que le imposibilita el acceso a ayudas, entre otras cuestiones. Y todo ello a pesar de que somos líderes en turismo de golf.

«El golf es un motor turístico que atrae a más de 1,2 millones de turistas cada año, generador de empleo de calidad con más de 121.000 puestos de trabajo directos e indirectos, siendo el 94% de los primeros a jornada completa y el 95% con contratos indefinidos», apunta Nigorra quien pone sobre la mesa la calidad del empleo derivado del golf y el potencial de una actividad desestacionalizadas con un turista comprometido y de calidad.

Tras el parón del coronavirus, muchos gobiernos regionales se han activado en este sentido e, incluso, pareciera que se inicia una escalada de apoyo público al sector vehiculada a través del apoyo a grandes citas deportivas. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, retomaba en 2022 y tras nueve años, el torneo femenino del Ladies Europea Tour (LET), hace poco se publicaba que Andalucía acogerá en 2023 la Solheim Cup 2023 en Finca Cortesin -comunidad que también promueve el Andalucía Masters en Valderrama para octubre de 2022- mientras Cataluña ha presentado su candidatura para acoger la Ryder Cup de 2031 con una inversión de alrededor de 200 millones de euros.

Con todo, la celebración de las grandes citas y eventos de golf no es el único espaldarazo que los poderes públicos pueden dar al sector. Precisamente por esa necesidad de mostrar a las administraciones el potencial de este deporte, Nigorra llama la atención sobre la reciente creación por parte del Ministerio de Turismo del Gobierno de España del Club de Producto de Golf ‘Conoce España jugando al Golf’, y que supone un éxito para el sector. Esta iniciativa se ha conseguido gracias a la labor conjunta de la AECG y de la RFEG, con la presentación de los estudios realizados, que han posibilitado que la Administración Pública conozca en mayor profundidad el sector del golf. Ahondar en el conocimiento de las posibilidades económicas de este deporte y mejorar su apoyo desde otros frentes más allá del patrocinio de las grandes competiciones en los campos de golf de referencia está, sin duda, entre las asignaturas pendientes. Mejorar la panorámica del golf en España precisa un enfoque global, fiscal, empresarial, laboral… ¿Están las administraciones a la altura del reto? Los últimos movimientos parecen positivos.