Más jóvenes y concienciados con su impacto ambiental: así son los jugadores que buscan clubes de golf modernos, adaptados a las nuevas tendencias. El panorama para el sector es muy esperanzador, sobre todo si tenemos en cuenta que de los 298.959 golfistas federados que hay en España, 297.378 son amateurs. Especialmente optimista, la Real Federación Española de Golf (RFEG) cree que este deporte vive un buen momento gracias al aumento constante de licencias en los últimos cinco años, un ritmo que rompe con el prolongado periodo de decrecimiento asociado a crisis económicas y falta de relevo generacional.
Campos adaptados a los nuevos golfistas
Entre los protagonistas del golf moderno se destacan los jóvenes y las mujeres. Los primeros quieren poner a prueba sus habilidades y socializar en un ambiente al aire libre y las segundas buscan clubes en los que disfrutar de paquetes en familia o en pareja. Con las restricciones propias del confinamiento en 2020, este deporte de baja intensidad experimentó uno de sus mejores momentos porque los jóvenes profesionales vieron en él la mejor opción para huir del sedentarismo y liberarse de estrés. En cuanto a las mujeres, los datos de la RFEG confirman que las 82.077 federadas en España suponen un 27,6% del total de licencias, una importante cuota para la que cada vez se crean más torneos específicos.
El diseño de los campos de golf también responde a los nuevos perfiles. El de nueve hoyos par 3 se está popularizando porque es mucho más rápido que el tradicional y atrae a jugadores jóvenes que no quieren practicar durante una jornada entera, sino que prefieren las rondas cortas. Este trazado también da respuesta a una cuestión económica porque un campo de nueve hoyos, frente al clásico de 18, minimiza el uso del suelo y reduce los costes de mantenimiento.
Campos de golf más sostenibles
Este argumento enlaza con el tema ambiental. La idea de que los campos de golf no son sostenibles sigue calando entre quienes los ven como una amenaza para los ecosistemas locales. En este sentido, los clubes hacen grandes esfuerzos por demostrar su implicación con el entorno mediante el riego con agua reciclada o desalada. Según los datos entregados por la Asociación Española de Campos de Golf, el 70% riega con agua no apta para el consumo humano proveniente de las lluvias o del mar.
Otras medidas concretas para reducir el impacto ambiental del golf tienen que ver con la creación de corredores naturales para la conservación de la fauna y flora autóctonas, la siembra de césped que resista mejor las sequías y la eliminación de fertilizantes químicos.
Con un jugador que busca espacios sostenibles, paquetes adaptados a sus expectativas y rondas acordes con sus horarios, los clubes de golf modernos avanzan en estrategias de personalización y descubren nuevas formas de hacer un campo de golf mucho más atractivo y vanguardista.
