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Los 5 grandes desafíos de los nuevos proyectos inmobiliarios

Tras el duro impacto económico de la pandemia, los proyectos inmobiliarios vinculados a resorts se han visto en la necesidad de adaptarse rápidamente a las nuevas demandas de los clientes y a los cambios del mercado. A estas circunstancias se suma la preocupación por el conflicto entre Rusia y Ucrania y su efecto en Europa. Sin embargo, los analistas son optimistas porque calculan que hay un alto capital existente para nuevas promociones y según las previsiones de BNP Paribas Real Estate es posible augurar una inversión global de más de 15.000 millones de euros en 2022, es decir, un 36% más que en 2021.

Más flexible que nunca, la industria ha encontrado nuevas oportunidades para diseñar productos rentables como las Branded Residences y, al mismo tiempo, ofrecer una amplia gama de servicios que responda a las nuevas formas de viajar y trabajar. Según los datos de la más reciente Feria Internacional de Turismo de Berlín ITB, durante 2022 el sector turístico facturará un 36% más que en 2021, pero la recuperación total solo se podrá percibir realmente en 2024. Llamado a satisfacer tanto las demandas de huéspedes como de propietarios, el turismo residencial debe atender ambos segmentos y conseguir una inversión inmobiliaria que dé respuesta a los grandes retos de la actualidad.

1. El auge del Workaction

El término Workaction, acuñado por el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, hace referencia a las temporadas de trabajo fuera de la oficina. Trabajo remoto autorizado por la empresa que, en el caso del gigante informático, se traduce en cuatro semanas al año para cada empleado. Particularidades aparte, es un hecho que el teletrabajo no piensa abandonarnos. Y no nos referimos solo a los viajes de negocios, sino a un concepto mucho más amplio. Personas que viajan con su pareja o su familia en busca de comodidad, tranquilidad y servicios de primer nivel para compaginar sus jornadas laborales con tiempo de calidad para el descanso y el ocio. Hablamos de profesionales que no buscan turismo de aventura ni alojamientos estándar. Todo lo contrario. Esperan una calidad Premium en villas o apartamentos completamente equipados, con el respaldo de un resort y acceso a espacios de esparcimiento como campos de golf, piscinas, restaurantes y pistas de tenis, entre otros.

2. Soluciones tecnológicas al 100%

Implementar las últimas prestaciones tecnológicas como la inteligencia artificial (IA) o la domótica es clave para lanzarse a la conquista de clientes en el siglo XXI. Varios estudios confirman que los viajeros hacen caso de las recomendaciones personalizadas basadas en IA y que el 21% de los turistas de Alemania, EEUU y Reino Unido espera encontrar ​​dispositivos inteligentes en sus alojamientos como reconocimiento facial o de voz y, por supuesto, hacerlo todo desde el móvil: reservas, búsqueda de información, contacto directo las 24 horas, tours virtuales, audio guías, etc. Un circuito completo que, sin salir de un mismo canal de compra, permita inspirarse, contratar y pagar servicios y, una vez en el destino, disfrutar de la experiencia con la autonomía y facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. 

3. Nuevos productos inmobiliarios

Mediante la venta de unidades residenciales a particulares, la promoción inmobiliaria de un resort se puede asegurar el dinero necesario para terminar con la construcción de su proyecto. Bajo este nuevo modelo de negocio, el propietario puede hacer uso de su vivienda como segunda residencia y dejarla disponible para los huéspedes que la requieran en temporada vacacional. En este producto, denominado Branded Residences, una marca hotelera de prestigio se encarga de gestionar los servicios turísticos y, de este modo, se garantiza la ocupación continua de los activos hoteleros sin descuidar los altos estándares de calidad que se esperan de un resort de lujo.

4. La sostenibilidad como eje transversal

Los altos costes energéticos obligan a replantear la eficiencia de todo tipo de edificios pero muy especialmente el desarrollo inmobiliario vinculado al sector hotelero y turístico. Las instalaciones de los resorts, incluidas sus unidades residenciales, deben asegurar eficiencia energética para reducir el consumo y procurar el autoabastecimiento. Adicionalmente, se pueden buscar formas de compensar las emisiones de gases contaminantes mediante la participación activa en iniciativas medioambientales. Los huéspedes y propietarios valoran estas medidas de sostenibilidad y esperan ideas cada vez más novedosas en términos de servicios. Por ejemplo, las amenities eco-friendly, los entornos saludables, los ingredientes de proximidad y la reducción de plásticos suman puntos a la hora de tomar una decisión de compra. 

5. Planificación rápida de viajes

Otro de los comportamientos en auge es la rapidez con la que los turistas deciden sus planes de vacaciones. Antes de 2020, un europeo tardaba un promedio de tres meses en comprar un paquete turístico pero este tiempo tiende a reducirse cada vez más, incluso hasta llegar a las cuatro semanas. El famoso Carpe Diem popularizado durante la pandemia se ha traducido en impulsos de compra mucho más inmediatos movidos por la necesidad de salir de la rutina en cualquier época del año y, como apuntábamos al principio, la facilidad de llevarse el ordenador y hacer teletrabajo sin alterar el rendimiento. Frente a este desafío las acciones de marketing digital resultan cruciales para asegurar conversiones y las estrategias de comunicación deben ser cada vez más rápidas, efectivas y empáticas. 

Porque los proyectos inmobiliarios modernos no son ajenos a las grandes transformaciones sociales, una promotora inmobiliaria que trabaje en el ámbito de los resorts debe reaccionar sin pérdida de tiempo ante las demandas de los clientes y valorar las tendencias como argumentos a la hora de buscar inversores.