En el diseño de un complejo turístico las empresas dedicadas a la construcción de resorts deben garantizar que pueden cubrir las necesidades de alojamiento y que, además, ofrecen todas las comodidades, instalaciones y servicios que los clientes esperan. Todo ello antes de promover el destino como un concepto integral en el que todos los componentes funcionan como un engranaje. La planificación exitosa de un resort turístico moderno se basa en gran medida en la capacidad de sus gestores para reconocer tanto las transformaciones importantes de la sociedad, como los cambios sutiles en el comportamiento del consumidor y, a partir de esa información, proporcionar soluciones que satisfagan las necesidades cambiantes del mercado.
El turismo de bienestar es una de las áreas en las que se ha producido una importante evolución. Ya no se trata de un nicho exclusivo, sino que todos buscamos un estilo de vida más feliz y saludable y esperamos que los resorts apoyen esta demanda con una amplia oferta de opciones. Desde los ingredientes en el menú del desayuno hasta la oportunidad de abrazar la naturaleza, queremos que el bienestar sea una parte intrínseca de la experiencia turística y no una ocurrencia tardía, un apéndice aislado o un complemento de lujo dirigido a pocas personas.
El bienestar ha pasado de ser un ingrediente pasivo de nuestras vidas a transformarse en una prioridad activa. Ha dejado de ser una actividad asociada con el cuidado puntual de la salud para posicionarse como un importante elemento de prevención. Hoy por hoy, el bienestar se define como un concepto integrador que aglutina diferentes aspectos como la dieta saludable, el ejercicio, la medicina preventiva y la reducción del estrés. Invertir en resorts supone una revisión constante de estas claves para, de ser necesario, reinventarse de acuerdo con las tendencias. Por ejemplo, se pueden rediseñar los menús y la oferta general de F&B alimentos y bebidas de un resort para que sean más saludables. Además, el lugar debe favorecer la práctica de un estilo de vida activo ya sea a través de instalaciones deportivas, senderos para bicicletas o un gimnasio en medio de la naturaleza.
Los viejos hoteles que instalaban un spa estrecho en el sótano ya no tienen cabida en los resorts actuales. El tiempo y la energía deben concentrarse en diseñar un centro de bienestar que ofrezca una experiencia completa tanto en el exterior como en el interior. En este sentido, el diseño biofílico tiene mucho que aportar porque reconecta al ser humano con su entorno natural y hace un uso responsable de materiales orgánicos no solo por su poder terapéutico, sino porque actualmente el turista se decanta por opciones ecológicas y minimalistas muy lejos del anticuado concepto de opulencia.
La importancia de la sostenibilidad, incorporada en el diseño de un complejo turístico de bienestar o retiro es equiparable con el énfasis que debe hacerse en las estrategias paisajísticas. El legado de las culturas autóctonas para diseñar paisajes que respeten el ecosistema es crucial en cualquier proyecto de resort. La simbiosis con el entorno para favorecer una atmósfera de introspección y un enfoque puesto sobre el ahorro de recursos se imponen frente a los antiguos ambientes tropicales artificiales para fortalecer la autenticidad en la conceptualización del resort.
Muriel Muirden fue directora estratégica en la firma de diseño WATG. Ahora ha vuelto a Escocia, pero sigue activa en el sector de los complejos turísticos boutique.