Las inversiones inmobiliarias siguen poniendo el foco en las Branded Residences como uno de los productos más atractivos del momento. Con un crecimiento superior al 170% en la última década, esta solución se adapta perfectamente a la industria hotelera y algunos la denominan “el nuevo lujo”. Para describirlas rápidamente podríamos decir que las comunidades residenciales de marca son aquellas promociones inmobiliarias que se casan con un socio de prestigio para abrir nuevas posibilidades a la inversión. En el análisis que os presentamos hoy tomamos como referente el informe Branded Residences, Latest market themes and outlook 2022 de la consultora inmobiliaria Knight Frank.
El camino de este producto, abierto por grandes conglomerados como Marriott, Four Seasons o Hyatt, consiste en ofrecer apartamentos o villas a particulares dentro de sus instalaciones para que los propietarios hagan uso de ellas en diferentes momentos del año y disfruten de servicios premium asociados a la casa hotelera. Con el paso del tiempo ya no hablamos solo de empresas líderes en el sector de la hostelería, sino también de nombres exclusivos en diferentes ámbitos. De este modo, el cliente invierte en un proyecto con el que se siente identificado porque comparte los valores de la marca y, al mismo tiempo, disfruta de beneficios exclusivos. Para hacernos una idea de su alcance, basta con un vistazo a las propiedades de lujo: referentes de la moda como Bulgari o del mundo automovilístico como Lamborghini tienen sus propios proyectos residenciales con una gran acogida entre sus clientes.
Lo que hasta hace pocos años parecía difícil de explicar a un inversor, hoy se traduce en más de 400 Branded Residences distribuidas en diferentes países. Allí donde haya negocios inmobiliarios avalados por una marca de alto nivel, sus seguidores están dispuestos a instalarse y confirmar que son fieles al estilo de vida propuesto y que, además, pueden ser grandes prescriptores de marca.
Según datos de Knight Frank, el 39% de sus clientes está dispuesto a invertir en Branded Residences y este porcentaje se eleva al 45% y al 43% en Australia y Asia, respectivamente. Para estas personas, la principal motivación es la prestación de servicios asociados a su propiedad. Hablamos, por ejemplo, de las atenciones completas de un hotel, la garantía de seguridad y vigilancia las 24 horas, las ventajas de un paquete premium de fidelidad a la marca, el cuidado y mantenimiento de la vivienda, entre muchas otras prestaciones.
En su investigación, los consultores encontraron que los clientes están dispuestos a pagar entre un 25% y un 35% más de lo que pagarían por una propiedad convencional debido a su alta rentabilidad. Las comodidades, los servicios complementarios, el potencial de la inversión y la exclusividad son sus principales argumentos. Todo apunta a que el futuro de las inversiones inmobiliarias en Branded Residences pasará por segmentar aún más el mercado de lujo y ofrecer valores añadidos únicos a quienes están dispuestos a hacer de un proyecto residencial toda una declaración de intenciones. De ahí la importancia de asociarse con una promotora inmobiliaria que entienda claramente el concepto y conozca en profundidad a este público para brindarle servicios privilegiados.